Experimentos conmigo mismo: retención de líquidos

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Publicado el 20 febrero 2007 por admin
No se si a vosotras os pasará, pero generalmente la gente que comienza una dieta para bajar de peso suele perder mucho peso al principio del todo.

Si lo normal es perder entre medio kilo y un kilo por semana, yo había veces que he llegado perder hasta 5 kilos por semana, y todo esto sin hacer ninguna barbaridad, simplemente llevando una dieta “normal”.

También me fijé que, si me saltaba la dieta durante unos pocos días, esos kilos se volvían a recuperar por arte de magia.

Viendo que estas fluctuaciones no eran normal y que, lógicamente, no se podían perder y a la vez ganar 5 kilos de grasa por semana, decidí hacer un experimento conmigo mismo.

Hice durante 2 semanas una dieta a rajatabla, sin saltarmela ni un sólo día. Comprobé mi peso al final de este periodo y después estuve 2 días comiendo lo que me dió la gana y en cantidad (pizzas, pasta, hamburguesas …).

Al tercer día, volví a pesarme y comprobé que había engordado 4 kilos en 2 días. Increible, ¿verdad? Ese mismo día, retomé de nuevo la dieta y fui comprobando mi peso diariamente. Puedo decir que, a los pocos días, mi peso había vuelto a la “normalidad”.

¿Qué es lo que pasó durante esos días post-comeloquequieras? Pues que estuve cada 30 minutos yendo al aseo a orinar. Una auténtica barbaridad.

Con este experimento, puedo confirmar que soy una auténtica esponja y que retengo líquidos a base de bien (y fíjate que yo creía que eso de retener líquidos era cosa de ancianas quejicosas). Así que, si algún fin de semana me salto la dieta (que hace muchísimo tiempo que no lo hago), no me preocupa el peso del lunes, pues se de buena tinta que el 90% de ese peso es agua retenida por mi cuerpo.

Y, según tengo entendido, en las mujeres es mucho peor: la menstruación, los desarreglos hormonales de la menopáusia … pueden haceros retenir líquidos muchísimo. Por lo tanto, si véis que en una temporada, no bajáis de peso como tenéis pensado, no os preocupéis, y dadle tiempo al tiempo a vuestro cuerpo